Antes, cuando yo era pequeñita, no solo educaban los padres o los profesores; todos los adultos que nos rodeaban tenían el deber y la obligación de educar, de "llamar la atención " ante un comportamiento inadecuado que estuviéramos teniendo.
A mi me han regañado mis padres, mis tíos, mis abuelos..... lo que mas recuerdo, es cuando dije una palabra un tanto inadecuada y fue una compañera del colegio la que me dijo: "Eso a ti no te pega". Me dio tanta vergüenza que una niña que se suponía era de una familia menos instruida que la nuestra me dijera eso, que no creo que lo haya vuelto a repetir.
Eso no quiere decir que en el tiempo entre mi niñez y ahora que soy abuelita, todo lo haya hecho bien, ni mucho menos, pero el saber que te puedes equivocar y el saber que las equivocaciones tienen unas consecuencias, nos lleva a pensar antes de actuar o si lo hicimos mal, pensar para no volverlo a repetir.
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