ES LA HORA DE DORMIR

Cuando empezaba a oscurecer y después de cenar, no solamente les leía un cuento antes de dormir, también rezábamos, antes de dormir. La oración es la misma que mi madre nos enseñó, cuando el tito Manolo, el tito

Cándido y yo eramos pequeños:                      "  Ángel de la guarda, dulce compañía,

                                      no nos dejes solos ni de noche, ni  de día

                                     ¿Y si me desamparas, qué será de mi?

                                      Ángel de la guarda, ruega a Dios por mi.

                                        Señor dale salud a papá a mamá

                                     a los abuelitos y a los titos.

                                     Trabajo y comida para todas las familias

                                                                    y lluvia para las plantas, que tienen sed."
Después les daba un beso, les hacía la señal de la cruz y los arropaba. Él que los arropara es lo que mas les gustaba, luz apagada y a soñar con los angelitos..
Cuando vuestros padres eran pequeños pasaban en la televisión una mini película de niños en pijama

LA FAMILIA TELERIN vamos a la cama completo original ... - YouTube ► 1:54► 1:54 www.youtube.com/watch?v=O-P_fJZSOFA 04/07/2009 - Subido por recuerditus LA FAMILIA TELERIN vamos a la cama completo original y en colores.

LEER

Cuando vuestros padres eran pequeños, todas las noches, una vez que terminábamos de cenar y se subían para los  dormitorios, mientras se ponían los pijamas y ordenaban su ropa, yo les iba leyendo parte de un cuento, solo una parte para que así no se durmieran tarde, pero si les dejara la ilusión de esperar que llegara la hora de acostarse para seguir con la historia: " EL gato con botas, 101 dálmata, La bruja Mum, Las aventuras de Guillermo, Garbancito, Rastro de Dios, Un duende a rayas, El patito feo, Los tres cerditos, El saltamontes verde ".......y un largo etc. que han ido llenando las noches de todos los días de varios años, leíamos comentabamos y disfrutabamos.
            
                  

RODOLFO

Erase una vez unas niñas que esperaban con ilusión la llegada de la primavera.
El invierno había sido muy frío y lluvioso. Hasta la nieve, en tres ocasiones, había pintado de blanco los árboles, los tejados de las casas, el césped y el jardín.
Con el buen tiempo empezaban a florecer todas las plantas, los árboles comenzaban a echar sus hojas y las abejas, los saltamontes, las avispas, los gorriones, los mirlos y la pareja de verderones que hacían sus nidos en el pinsapo, estaban dedicados a sus idas y venidas, buscando los materiales con los que iban a hacer su nido.
Las niñas deseaban llegar para ver si entre las margaritas y las acelgas, encontraban a Rodolfo. ¡Ah! No lo he dicho. Rodolfo es el papá de una familia de caracoles que a todas les gusta buscar y observar, cuando se mueve por las losetas, sube por las hojas de las acelgas, por la pared y con sus cuernecillos detecta si puede emprender su aventura y paseo, o se esconde en su concha o casita para que nadie lo importune.
Rodofo es como la mascota del jardín de los abuelitos, y cuando lo vemos salir a saludarnos, estamos contentas, porque sin él, el jardín no es lo mismo.

CUENTOS Y MUÑECOS

¿ Hay algo mas bonito que los cuentos y los muñecos para que los niños se sientan contentos, interesados y en sus mentes, pongan caras, paisajes, escenario .......a los acontecimientos que estimulan su imaginación?
   Cuando vuestros papás eran pequeños,las muñecas eran las Nancy, los muñecos eran como los que tenéis en el piso y en la casa:  los Nenucos. Había también un triciclo, un camión y un tractor-mulilla mecánica, que aunque eran de plástico, se podían montar sobre ellos.  Así se iban de viaje, eran papás, mamás, hermanas mayores de los muñecos y de acuerdo con el papel que interpretaban, les ponían sus ropillas para aprender a abrochar, desabrochar, atar cordones, jugar a poner la mesa, hacer las comidas y aprender a ser mayores.

  

DESPERTAR DE LAS FLORES

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EL JARDÍN

Erase una vez unas niñas a las que les gustaba mucho ir a casa de sus abuelitos,pues sabían que allí se lo pasaban muy bien, corrían, jugaban y si además estaban sus otras primas, pues mejor.
Sus papás siempre les decían: "Si os portáis bien toda la semana, el sábado os llevamos a casa de los abuelitos"
Durante toda la semana hicieron sus deberes, ayudaron a recoger y  ordenar, fueron obedientes y por fin llegó el sábado.¡ Parecía que les habían crecido alas de hada de lo pronto que desayunaron, recogieron y se montaron en el coche!
La casa de los abuelitos está rodeada de jardín y losetas. Dando al césped, hay un terraza rodeada de un muro de ladrillo que parece un asiento o un mostrador o una encimera de cocina o el muro del foso del castillo.... todo depende de a lo que se vaya a jugar.
Cuando nuestros papás eran muy pequeños el abuelito plantó un laurel, un cerezo, un pinsapo (como un árbol de navidad )una palmera y dos parras, para que den sombra en el verano.En la parte de jardín están las hierbas con las que si podemos jugar para hacer comidicas que son romero, tomillo, perejil, hierbabuena, y acelgas, de las otras plantas que salen en el césped o en los rincones, ni de las flores, por si nos pinchamos o las estropeamos, nos deja la abuelita cortar, si no nos dan permiso.
¿Sabeis lo que mas nos gusta ?Ayudarle al abuelo a regar, pero hay que tener mucho cuidado par no mojarnos los zapatos y para no echarle a las flores el agua con demasiada fuerza, porque se asustan y no se quieren abrir.

EL PRINCIPITO

He leído n el periódico que un día como hoy, hace 70 años, se publicó el cuento del Principito. Es un cuento muy especial, que yo he leído varias veces y que cuando vuestros padres eran pequeños, yo les leía y se lo comentaba, porque es un cuento muy curioso. Para empezar cuenta que los mayores no entienden muchos de los dibujos que hacéis los niños y ven cosas en esos  dibujos,  cosas  que no se han pintado, como por ejemplo, confundir una serpiente con un sombrero.         

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LAS COMETAS

  Cuando he visto el vídeo que acompaña a esta entrada, enseguida he pensado: Para Ángela, Paula, Irene, Celia y Elvira. Seguro que les va a encantar.
  Ahora como todavía sois pequeñas solo os vais a fijar en lo bonito y la música que lo acompaña, pero yo quiero dejaros escrito un consejo que viene como " Anillo al dedo" y es: De nuestra vida,  aunque nos topemos con dificultades, los únicos y últimos responsables de su destino somos nosotros.
  No lo olvidéis nunca.Igual que tampoco olvidéis el calor de un abrazo y un beso de vuestros abuelos

 http://www.youtube.com/watch_popup?v=nr9KrqN_lIg

HOY VA DE CUENTO

Todos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del palacio de la verdad se creaban cada vez que un niño decía una verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo. Lo mismo ocurría en el otro palacio, donde los duendes de la mentira construían un palacio con los ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competían duramente porque el suyo fuera el mejor.
Tanto, que los duendes de la mentira, mucho más tramposos y marrulleros, enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más y más mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más ladrillos, y su palacio se fue haciendo más grande y espectacular. Pero un día, algo raro ocurrió en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se convirtió en arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió. Y así, poco a poco, cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos ladrillos, éstos se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo más y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta que finalmente se desmoronó.
Y todos, incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qué se convertirán.

Autor.. Pedro Pablo Sacristán