Bueno pues veréis, íbamos la tita Manoli, la abuelita de Pedro, Lucia, Gonzalo, Alba y Carlos, paseando y charlando conmigo, cuando de pronto digo:" Anda, un céntimo" , me agacho a recogerlo y la tita vió uno y otro y otro y madre mía un montón de céntimos. Un niño que pasaba en bici, al vernos se entusiasmó y se puso también a recoger. ¿ sabéis quién no se quiso poner a recoger, la niña de la casa de enfrente, que se limitó a decir:" cuando acabéis de recogerlos, los dejáis ahí"
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