Cuando la abuelita Manolita, mi mamá, decidió que la cena iba a ser un caldico, unas tapillas, una ensalada y los dulces propios de la Navidad, el menú no lo hemos variado, así quien tiene más hambre come más y los que no pues un poquito de lo que más apetece y ya está.
El Belén y la oración de acción de gracias por todos los alimentos y la familia es lo más importante.
Las primas os lo pasasteis de fábula y las representaciones, coreografía varias y canturreo de villancicos, lo que nunca falta. Más de uno hasta terminó afónico!!
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