El abuelito no tenía muy claro que quería ser de mayor. Sí sabía que con sus problemas de piel, agricultor más bien no.
Yo sí tenía claro que quería ser maestra y de niños pequeños, porque había visto a la tita Teresa dar clase y veía con el cariño que enseñaba y como los niños hacían todo lo posible por aprender.
La segunda profesión de esta casa es la cocina y más para que la disfrute todo el que venga. ¡Ah y la repostería!
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