Por orden, Ángela, Paula, Irene, Celia, Elvira y Estrella. Estas son mis nietas, a las que con todo cariño dedico este blog.


viernes, 24 de mayo de 2013

EL ANILLO

Había una vez un jardín en donde todos los años florecían los tulipanes. Cuando las demás plantas seguían como dormidas, los tulipanes hacían su aparición y duraban y duraban, abriendo sus pétalos para recibir los rayos del sol y entornándolos cuando empezaba a oscurecer, como si con ello quisiera mantener el calor y que no les molestara el frío de la noche.
 En aquel jardín vivían unos abuelitos a los que les encantaba observar sus plantas para ver el cambio casi imperceptible que iban teniendo, pues las plantas son como los niños, todas las noches crecen un pelín, pero casi nadie se da cuenta, mientras no sea un estirón.
 La abuelita de aquella casa tenía una manía y era que le gustaba jugar con su anillo de boda, con su alianza. Todos le decían : " Un día la vas a perder." o bien :¿ Quieres dejar de jugar con la alianza que te vas a quedar sin ella?"
 Pues, una tarde que estaba mirando los tulipanes del jardín , toda emocionada con los que ya empezaban a florecer y como sin darse cuenta, jugando con su anillo, se le salió del dedo anular, dio tres saltos en el suelo, mientras ella iba rápido, pensando que en uno de esos saltos lo iba a atrapar, cuando zas, cayó entre los tulipanes y desapareció
.

1 comentario:

  1. Entonces una noche en la que un tulipán crecía poco a poco se quedó enganchado en uno de sus pétalos el anillo perdido y así la abuelita a la mañana siguiente vio su anillo y lo recuperó

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