Por orden, Ángela, Paula, Irene, Celia, Elvira y Estrella. Estas son mis nietas, a las que con todo cariño dedico este blog.


lunes, 27 de mayo de 2019

COMUNIONES

En el mes de mayo, mes dedicado a la advocaciòn de la Virgen María, es un mes también de celebración d las Primeras Comuniones, que ha sido el caso de Irene, además de coincidir con mi cumpleaños y el de Elvira, y la vuelta de su primer "seudo- erasmus" de Ángela, en fin, un fin de semana bastante movidillo e intenso. 
El tito Leovigildo ha escrito para el periódico un artículo que ha titulado:" la Primera Comunión ¿ un acto social?"
Yo sé que en el caso de nuestras nietas, sus padres se han preocupado de que reciban la catequesis que les ayude a entender que es un Sacramento que alimenta nuestra Fe y compromete nuestra forma de actuar con los demás y debe transformar nuestra visión de cada día en el estudio, trabajo, comportamiento..... 
unas veces lo conseguimos, otras...no, pero lo importante es saber que siempre, de forma incondicional JESÚS está ahí, esperando a que reconduzcamos nuestra vida.
 El es AMOR.

lunes, 13 de mayo de 2019

TESÓN, CONSTANCIA Y ELEGANCIA

Estoy leyendo un artículo dedicado a los dos mejores tenistas que en los años de la TV hemos podido contemplar. Han sabido ganar, perder , han superado los " baches" de suerte y salud y siempre han aceptado su JUEGO y felicitado al GANADOR.
Aquí os copio el artículo porque todo lo que dice es aplicable a los estudios, las amistades y la Vida:

NADAL Y FEDERER
'ABC' - 2019-05-13
Los españoles hemos tenido la oportunidad de verlo en el duelo de titanes que fue el Mutua Madrid Open
JOSÉ MARÍA CARRASCAL
EXCEPTO el boxeo, en el que los contrincantes combaten a puñetazos con ánimo de tumbar al otro, no conozco deporte más brutal que el tenis (dejo aparte la lucha libre, por haber devenido en entretenimiento). En el tenis, en cambio, la lucha es a muerte, con cada jugador, armado de una raqueta, dispara contra su rival una bola a 200 kilómetros por hora, dispuesto a hacerle el mayor daño posible. Lo que le convierte en deporte son unas reglas tan estrictas como minuciosas que deben respetarse a rajatabla, so pena de grave sanción. No basta, pues, la fuerza bruta, se necesita también un sabio manejar la raqueta –basta un grado de inclinación para que la bola vaya en otra dirección–, una exactitud matemática para meterla en el rectángulo requerido, reflejos fulminantes para alcanzar las pelotas contrarias y solidez mental para aguantar un duelo de horas. Es lo que hace tan difícil el tenis. Y tan hermoso.
Los españoles, gracias a la tele, hemos tenido la oportunidad de verlo en el duelo de titanes que fue el torneo Mutua Madrid Open. No voy a meterme en el terreno de mis colegas deportivos, que han dado cuenta del mismo, pero no resisto la tentación de despedirme de dos de esos gladiadores que tan buenos ratos me han hecho pasar, y hoy entonan su canto de cisne: Nadal, el mejor tenista español de la historia, y Federer, el mejor de todos en todos los tiempos. Rafa, como he dicho más de una vez en estas columnas, es el triunfo de la voluntad, del tesón, del afán de superarse, cualidades que no abundan entre nosotros. No sé si el empeño de su tío en que, siendo diestro, aprendiera a jugar con la izquierda no le ha pasado factura al no tener esa mano la fuerza de la otra, disminuyendo con ello su potencia su saque, aunque lo compensó con un segundo saque «liftado», con efecto, para alcanzar las máximas cotas del tenis y regalarnos triunfos memorables. En cuanto a Federer, tengo que apelar a la alegoría para describir su juego: una de las cosas por las que agradezco haber vivido el tiempo en que viví es por incluir la «era Federer», en la que Roger daba un recital en cada cancha, no importa el suelo, convirtiendo el deporte en arte, haciendo fácil lo difícil, con elegancia y virtuosismo, hasta el punto de que tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un jugador como él. Su revés cruzado a una mano recuerda a Yo-Yo Ma tocando el violonchelo.
Ha surgido una nueva hornada de jugadores que aprendieron de esos maestros y empiezan a desplazarles. Los Thiem, los Zverev, los Tsitsipas manejan el revés cruzado a una mano de Federer y el segundo saque liftado de Nadal, aparte de tener mayor potencia. Pero les falta el aura que envuelve a los dos citados. ¿O es que, las horas contemplando sus recitales han terminado siendo parte de mi vida y soy parcial hacia ellos? No lo descarto, pero les estaré eternamente agradecido y espero que sigan siendo un referente deportivo y humano.

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No lo olvidéis. Esto que acabáis de leer y mi cariño y una oración es lo mejor que os puedo regalar.